La crisis mundial del coronavirus ha provocado que nuestra vida haya dado un giro de 360º y nos hayamos tenido que replantear muchos de los aspectos que forman parte de nuestro día a día. Y no solo a nivel personal, donde el impacto de esta nueva situación ha sido de enormes proporciones, sino sobre todo en lo que respecta a nuestro mundo profesional.
Y es que el futuro laboral ha dado la cara y ha mostrado a marchas forzadas lo que ya se venía anunciando desde hace años: el teletrabajo ha llegado a nuestra realidad actual para quedarse.
Una de las consecuencias empresariales de la Covid-19 es que el panorama económico y productivo ha cambiado totalmente en pocos días. Lo que hace unos meses se consideraba lo normal -ir a trabajar a las oficinas o mantener reuniones físicas diarias- ahora son situaciones excepcionales.
Si bien es cierto que es España ya se había comenzado a apostar por el trabajo remoto como modo de vida laboral, aún eran muchas las empresas que no consideraban esta opción como posible dentro de sus políticas. Pero, en una semana, hemos visto cómo el teletrabajo ha sido la única -y obligatoria- salida para que muchos negocios pudieran salir adelante.
Por ello, ahora cuando ya podemos respirar algo más tranquilos y hemos comprobado por nosotros mismos como los empleados remotos son el presente y el futuro de las actividades corporativas, ha llegado el momento de conocer y entender todos estos cambios. El objetivo: aprender de ellos y continuar aplicándolos en el día a día a empresarial.
Las tendencias que marcarán el mundo laboral durante y después del coronavirus
El panorama de incertidumbre que marcó el inicio de la crisis provocada por la pandemia, donde el contagio en los centros de trabajo suponía un enorme riesgo, los desplazamientos estaban muy restringidos y las fronteras cerradas, fue la clave para que las empresas buscaran alternativas eficaces y eficientes.
La solución vino de la mano de la tecnología: utilizar los grandes avances que tenemos a nuestra disposición en entornos online y virtuales. Y ahora, el concepto de trabajar desde casa a diferentes niveles (desde realizar una tarea rutinaria a mantener reuniones por videoconferencia, pasando por la celebración de todo tipo de eventos y actividades corporativas) ya es una realidad.
Por lo tanto, para aprender de esta realidad y mejorarla, es importante conocer cuáles son las principales tendencias que ya están marcando el futuro del trabajo:
Una nueva mentalidad hiperconectada: si hace años nos hubieran planteado la posibilidad de que todas nuestras acciones serían visibles en la red, no nos lo habríamos creído. Pero lo cierto es que hoy en día, nuestras vidas son públicas como consecuencia del uso continuo de las redes sociales y de los dispositivos móviles.
Esta mentalidad se traduce en un cambio de actitud en las empresas, obligándolas a redefinir muchas estrategias para llegar a sus clientes y a adoptar nuevas medidas dirigidas a la innovación. Ambas son salidas obligatorias si quieren seguir teniendo presencia en un mercado cada vez más globalizado y competitivo.
- El avance imparable de la tecnología: la nube, el big data, los mundos virtuales y todas la nuevas plataformas que protagonizan el panorama actual han modificado -y lo seguirán haciendo- nuestra forma de trabajar.
Lo que ayer era posible hacer sólo de un modo presencial, hoy lo es sin contacto. De hecho, las ventajas de los eventos virtuales son tales que cada vez es mayor el número de empresas que se apunta a esta tendencia. - Las nuevas generaciones pisan fuerte: los jóvenes forman parte del grupo impulsor de los cambios más inminentes, por lo que su influencia en las empresas tiene cada vez más peso. Su mundo es cien por cien digital y las nuevas tecnologías son esenciales en su ámbito laboral.
Por ello, unos de sus objetivos es trabajar como empleados remotos y realizar las actividades corporativas desde cualquier. Para ellos es algo completamente normal y, si las compañías quieren retener y aprovechar las cualidades de estos talentos, deberán invertir en soluciones para retenerles y motivarles. - Movilidad: ninguna de las 3 tendencias que acabamos de comentar tendría sentido si esta no fuera posible. Y es que hoy en día, el lugar dónde nos encontremos ya no es importante para trabajar.
Estar conectados en la distancia deber ser el enfoque hacia donde se deben encaminar las estrategias de las empresas de hoy en día. Y esto solo es posible si se cuenta con las herramientas más avanzadas para realizar eventos en línea.
Actividades corporativas virtuales: el presente de la nueva realidad
El día a día de las compañías está repleto de eventos, presentaciones, reuniones y citas varias. Y todas ellas están adaptándose a los nuevos tiempos que exigen romper con las barreras físicas. Ya no es necesario estar en el mismo espacio para conectarnos ni para poder comunicarnos. Lo que hace tiempo nos parecía fruto de la ciencia ficción, hoy es una realidad más que palpable.
El mejor ejemplo lo podemos encontrar en las actividades inmersivas virtuales, una tendencia con muchos adeptos dentro de los organizadores de eventos. Son experiencias muy reales que tienen lugar en mundos imaginarios.
Por ello, ya son muchos los tipos de actividades corporativas interactivas que una empresa puede poner en manos de clientes, sedes o incluso entre sus propios trabajadores. Estos son algunos ejemplos:
- Escape rooms: una actividad de Team Building cuyo objetivo principal es no solo evaluar las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de un equipo de trabajo, sino también encontrar un momento para la diversión.
Son la alternativa idónea para aquellos empleados que trabajan a distancia y/o en otros países, dándoles la oportunidad de vivir una experiencia de grupo, optimizar la comunicación interna y, como consecuencia, mejorar el ambiente de trabajo. De hecho, las habilidades más desarrolladas en este tipo de evento virtual son: liderazgo, trabajo en equipo, toma de decisiones y creatividad. - Coaching organizacional: talleres que ofrecen a sus participantes la oportunidad de aumentar el conocimiento de sí mismos como equipo. Están diseñados para responder a cuestiones como por qué hacen lo que hacen y, sobre todo, cómo lo llevan a cabo.
Son un claro ejemplo de cómo las actividades de team building virtual son capaces de aumentar el crecimiento personal y profesional de los empleados, y por ende, de elevar su rendimiento.
Estos son solo un par de ejemplo de las posibilidades que se abren con la irrupción de los mundos virtuales en el entorno de los eventos corporativos. Reuniones con los trabajadores de las diferentes sedes, eventos con clientes, formaciones de empleados… la lista de actividades que el coronavirus ha prohibido -debido a la proximidad entre sus asistentes- es larga, y la tecnología virtual ha conseguido convertirse actualmente en la solución para que las empresas puedan continuar con su actividad sin necesidad de desplazarse.
Ya solo nos queda aprovechar esta oportunidad, mejorar su presencia en nuestros negocios y seguir apostando por un futuro laboral que está más presente que nunca.